sábado, 29 de diciembre de 2007

Adiós 2007

En estos días de tanto ajetreo navideño y de fiestas familiares y no tan familiares, de entradas, salidas, compras, viajes, reencuentros, etc... Nadie, o muy pocos, se acuerdan de despedirse del 2007. Un año que nos ha dado todos y cada uno de sus días, y seguro que a muchos nos ha dado grandes momentos que serán recordados para toda nuestra vida.

Por eso hoy quiero escribir algo que me termine de despedir este año, y es que ya nunca jamás volveremos a él, ya nunca jamás nadie ni nada podrá volver a lo que ya ha pasado. Ésto no es un descubrimiento para nadie, pero creo que si se piensa detenidamente nos acercamos un poquito más a la importancia que tiene la historia y el tiempo en nosotros mismos.

Personalmente, el 2007 ha sido un año muy importante, que me ha dado tantas cosas como me ha quitado. Y sinceramente, en confidencia, no sé con qué quedarme antes, si con lo que NO me ha quitado o con lo que me ha dado nuevo.

En este año pude disfrutar de la primera Nochevieja con algunos de mis amigos, de haber hecho dos viajes con ellos a Barcelona y todo lo que ello conlleva, de haber tenido cosas especiales que, sin embargo, pronto deseché. De haber tenido uno de los mejores cursos de mi vida, 2ºde Bachillerato (con su excursión a Huelva, sus exámenes finales, su gente...), de haberme graduado, de haber hecho selectividad y haber llegado a la Universidad.

Sin embargo, como he dicho, me quitó casi tanto como me dio. Me quitó el gran 2º de Bach que me había dado anteriormente (aunque este había sido un regalo en conjunto con 2006), me dejó los grandes viajes de este año, pero a cambio se llevó consigo mis grandes días de verano en Málaga. No quiso alargar el descanso que anteriormente me había dado 2006 y por eso se llevó a alguien que quería muchísimo y azotó con grandes vendavales a su alrededor. No quiso que el grupo de amigos se mantuviese y lo agitó hasta volverlo completamente loco... y se llevó parte de mi a algún lugar para ofrecerme a su vez algo que me gustaba menos.

Me retornó a los recuerdos más dulces que ahora me resultaban los más crueles y amargos. Era como poner la miel en los labios para quitarlo de inmediato. Fue cruel.. o eso pensé. Sin embargo, se dio algunos días para explicarse.

Y lo hizo. Y me recompensó. Y lo perdoné. Y me recompensó doblemente.

Adiós 2007.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo tmb e sentio lo mismo anke sin evolucionar como lo aveis exo el resto me e kedao estanca en un margen entre el pasado y el futuro y kiero salir pero me da miedo.

Te via kerer sempre anke te marxes a una nueva vida sin k yo pueda evitarlo,pork as sido aluien demasiado importante en mi besotes de tu marida